sábado, 23 de enero de 2010

distancia

La distancia es a veces sobrecogedora.

Ésta comienza por un hilo de lana roja y termina rompiéndose en miles de briznas.

Cuando ésta es corta, se sobrecoge el corazón de la emoción y cuando se vuelve larga e inconmensurable, no se puede soportar, aunque te abraces los tobillos con las manos.

Pero su longitud no afecta a su intimidad.

Es la tensión por el deshilar del roce lo que la corrompe.

No hay comentarios:

Publicar un comentario